lunes, 27 de julio de 2015

Del Revés

T.O.: Inside Out. 2015. Pixar Animation, Walt Disney Pictures. Director: Pete Docter. Guión: Pete Docter, Meg LeFauve, Josh Cooley.

Después de Toy Story 3 parecía que Pixar se había quedado estancada en el intento de rescatar Disney Pictures y destinaba todas las fuerzas creativas en dicha compañía, abandonando su prolífica filmografía en manos de productos más comerciales, y que les resultaría dificil volver a la senda perdida. Pero con Del Revés han vuelto a callar bocas y a fascinar al mundo entero, creando una de sus obras cumbre, sin lugar a dudas.
Del revés nos sumerge en la mente de Riley y nos presenta a los "sentimientos" que pilotan su forma de ser: Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco. Un incidente, derivado de la mudanza de la familia de la niña a una nueva ciudad, provocará el caos en la central desde donde se controla a Riley y los sentimientos tendrán que hacer lo posible por restaurar la normalidad en su cabeza.
Es increíble y, si se piensa detenidamente, sigue siéndolo, que Pixar haya conseguido llevar al cine lo que son las personas. Algo tan abstracto, tan difícil de entender e incluso de explicar, se convierte en Del Revés en una realidad tangible y experimentable. Pixar siempre ha jugado a dar forma y vida a mundos casi imposibles que existían en nuestras mentes y que nadie había conseguido plasmar en la pantalla sin caer en el ridículo o en la extravagancia. Sin embargo, los ya famosos estudios de animación siempre han ido detrás de esas fantasías y nos las han permitido ver: así hicieron cobrar vida a los juguetes, pusieron voz a unos coches o conmovieron al espectador con unas máquinas espaciales. Del Revés es una película maravillosa, que llega al fondo de cada persona; repleta de situaciones que activan los sentimientos del espectador y que le hacen verse reflejado en lo que ve.
Pixar ha logrado compaginar (como otras muchas veces) el espectáculo destinado a los más pequeños con el argumento adulto y repleto de reflexiones, sin perderse por el camino ni caer en el aburrimiento. Así permite que el niño se fascine con una serie de lugares, pruebas y personajes más propios de un videojuego que de una película de aventuras al uso; mientras el adulto se queda absorto en mil y una reflexiones sobre lo que nos mueve, sobre si lo que estamos viendo es lo que somos y sentimos. Como un imán, el film nos atrae hacia la historia, y no da lugar a incredulidades ni rechazos; todo lo contrario, es empatía pura. Y no hablo de los niños, hablo de los mayores, que somos los que mejor recibimos ese fantástico mensaje(s) que trae la película sobre el lugar que todo sentimiento tiene en nuestra forma de ser como personas. Porque es importante que cada cosa ocupe su lugar y su momento para que podamos seguir avanzando y creciendo.
De toda la vida, cuando alguién te sorprendía con algo inesperado o alcanzaba lo inalcanzable se ha dicho que aquello era cosa de magia; o cuando un lugar te dejaba sin aliento ante la belleza de lo que te mostraba, se ha dicho que era un sitio mágico. Del revés es magia en estado puro, es la gran magia del cine. Todo en la película de Pixar es séptimo arte; un séptimo arte que alcanza cotas de belleza y madurez impropios de la animación, pero que, como ha hecho Pixar siempre, rompe las barreras de público y crítica respecto a este tipo de films y se convierte en un referente para las cintas futuras. Es muy, muy afirmar que Del Revés es la mejor película de Pixar porque están Toy Story y Wall-E (esta última es muy complicada de superar); pero sí que está en el Olimpo de Pixar junto a estas dos, y quién sabe si con el tiempo se situará arriba del todo. Del Revés es una obra maestra, ya no de la animación, sino de la historia del cine. Es una película perfecta; un film que insufla aire al cine y aporta nuevas formas y mundos inabarcables para el ser humano y los pone a su alcance. Del Revés es un sueño; es un sentimiento; es lo que somos... pero hecho cine. (10/10)


1 comentario:

  1. Yo recuerdo como me agarraba a la butaca y mis ojos se abrían cada vez más asombrados con "Los Increíbles" y al salir de ver la película mis hijos no preguntaron, afirmaron: "jo, cómo te ha gustado eh, papá". Creo que luego vino Wall-E y también me quedé "pegado" en la butaca pero de otra manera, porque jamás pensé en ver cine puro en una peli de animación. Y con Inside Out se han juntado las sensaciones de las dos películas anteriores: asombro y sorpresa.
    No me perece una película redonda, pero no puedo negar que es genial. La apuesta es muy arriesgada y les sale bien. Al terminar de verla recordé el cine de Frank Capra, ¿por qué? no lo sé, quiero pensar que algo hay en Pixar de toda aquella época en la que la sencillez y la inocencia eran perfectamente compatibles con hacerse y ser adulto.

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